La educación de los hombres y mujeres debe ser integral, entendiendo este en todas las dimensiones del desarrollo humano. En este proceso han de participar e implicarse todos los colectivos que intervienen en el proceso educativo: padres, profesores y los propios alumnos. Creemos que el ser humano es ante todo un ser singular, racional, libre y responsable del desarrollo de su propio proyecto vital, proyecto que la comunidad educativa debe potenciar al máximo.
Esto se traduce en el desarrollo y asunción por parte del alumno de sólidos principios y criterios, gracias a una acción educativa orientadora que le permita desarrollar al máximo sus capacidades y cuanto de positivo encierra su persona.
La vertiente del ser humano como un ser social, perteneciente a una determinada comunidad ,determina la necesidad y nuestra pretensión de educar a nuestros alumnos como elementos activos de la sociedad, abiertos a la intercomunicación, alejados del partidismo y la intransigencia, y con sentido crítico. Consideramos esencial el fomento y desarrollo del respeto a los principios democráticos, los derechos, deberes y libertades como compromiso libremente aceptado para ser partícipes indispensables en la creación de un mundo más humano y más justo.
Suscribimos una educación crítica, que fomente la interpretación de la realidad objetiva ajenos a cualquier inferencia partidista o ideológica.
Como educadores aspiramos a una enseñanza de calidad, individualizada, activa, de equipo, que enseñe a aprender, a consultar, a adaptarse a los cambios y al uso responsable de todos los recursos. Aspiramos a que nuestros alumnos participen activamente en su propio proceso educativo, siendo conscientes de que su propio trabajo y su propio esfuerzo, son el medio para construir su futuro personal y social.
No olvidamos que en la formación del alumno juegan un papel muy importante e imprescindible las familias. Se propiciará la relación y el diálogo entre éstas y el Centro, que se compromete a facilitar toda la información que genera el proceso educativo de sus hijos, el desarrollo de su personalidad, su comportamiento o cualquier aspecto relevante o importante. El Centro organizará y propiciará la participación de las familias en distintas actividades apoyando la buena relación y diálogo tan necesario en el proceso educativo de los alumnos y convivencia del Centro.
El Centro, consciente de la diversidad individual y social, y por tanto, en nuestras aulas, asume el pluralismo y diversidad creciente y adquiere el compromiso de procurar dar respuesta a todas aquellas necesidades educativas que se requieran.
El Centro, se orienta hacia una educación de fondo cristiano, siempre respetando todas las creencias, ideologías y confesiones religiosas de todos los miembros de la Comunidad Educativa. Nadie será discriminado o desplazado por motivos religiosos o ideológicos. Respetará la libertad ideológica o personal siempre que no atenten contra la dignidad y el respeto debido a la persona.